Para conservar no solo el equilibrio ecológico, sino también el económico.
La política europea de aguas y la Ley de Aguas alemana le exigen a los gestores de las centrales hidroeléctricas una mejora en materia de protección de la vida acuática y de sus migraciones en dichas centrales y demás construcciones obstaculizantes. Dichas medidas suelen estar ligadas a la necesidad de realizar grandes inversiones y precisan, además, considerables cantidades de agua, lo cual merma la producción de energía eléctrica de la central. Por lo tanto, son necesarias soluciones e ideas que se integren perfectamente en el contexto, que protejan realmente a los peces y que conserven, o incluso aumenten, la rentabilidad de la central. Los peces mismos y nuestros clientes son testigos de que podemos ofrecerles algo en este sentido.